El mundo del teñido natural es realmente sorprendente, es completamente cautivador el hecho de poder imprimir color en una fibra a partir de elementos naturales y mediante procesos éticos y responsables con el planeta, haciendo del oficio de teñido, una labor grandiosa.
Su invaluable valor histórico y bagaje de conocimiento ancestral, lo hace más interesante aún. Existe desde hace milenios en diferentes culturas alrededor del mundo en donde, desde la experimentación fueron perfeccionando el conocimiento en materias primas tintóreas y los procesos requeridos para la obtención del color. La introducción del color en el mundo textil, marcó la diferencia en el establecimiento de rangos sociales y luego en la institución de la industria de la moda.
Desde la introducción de los tintes y de las fibras sintéticas, el arte y conocimiento del teñido natural se fue perdiendo, pero en los últimos años, han surgido tendencias a cambios por un mundo más responsable en el uso de recursos y el impacto que generan las actividades en el ambiente, debido mayormente a la preocupación medioambiental sobre la grave contaminación que produce la industria textil moderna, desde la contaminación irreversible de cuerpos de agua en el proceso tintura, la generación de residuos no biodegradables y el reciente descubrimiento de presencia de micro plástico en el agua producto de las fibras sintéticas.
La importancia del arte y oficio del teñido natural ha captado interés progresivamente, en cuanto a la extensa variedad de materiales tintóreos naturales como hojas, raíces, semillas, frutos, cortezas, hongos, insectos, así como de su par, como lo son las fibras naturales, dos variantes fundamentales a la hora de teñir naturalmente, ya que las fibras sintéticas no son capaces de absorber el tinte proveniente de fuentes vegetales, animales, fúngicas o minerales.